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Ovoroi

Vehículo para una economía circular

Industrial Designer

Lima es la ciudad más contaminada de Latinoamérica, no controla las emisiones de los vehículos y se estima que estos contribuyen con el 65% de la polución.

Se diseñó un vehículo basando en economía circular. Donde los productos no son poseídos por usuarios, sino, forman parte de un sistema de ciclo continuo.

Contexto

Video de presentación

Estructura ligera.

Material altamente reciclable.

Estructura de aluminio

Las piezas clave se desarman fácilmente para su reemplazo y reparación.

Desarmable

Se estudia el dióxido de titanio como fotocatalizador para descomponer CO2, NO2, SO2 en compuestos menos contaminantes como óxidos y nitratos de hidrógeno.

Pintura descontaminante

Llantas "circulares"

Motor en eje para facilitar reemplazo de llantas en un sistema circular. Caucho reciclado por termolisis.

Pantallas hechas con Bioplásticos. Luces LED.

Luces responsables

Construcción

Siguiente proyecto:

En el periódico noté un concurso de impresión 3D en el espacio para una hipotética misión hacia Marte. Sin pensarlo dos veces, en un par de semanas había reunido al equipo con el que quería enfrentar el reto.

El reto proponía que en una misión camino a Marte, los astronautas al entrar al vacío del espacio, caían en cuenta que olvidaron llevar velcro. Sin él, herramientas empezaban a flotar por la nave, arriesgando perforaciones o daños en los delicados aparatos y cableados de la nave.

El reto pedía diseñar un conector universal reversible que pueda acoplar las herramientas a las paredes de la nave y así evitar los problemas descritos. El archivo sería enviado desde la tierra a la nave y debía poder imprimirse en sus impresoras 3D de cero gravedad.

Research. ???

Me gustaba meterme en el personaje e imaginar que el reto era cierto, debía ser una persona que conozca profundamente la nave y las impresoras. Creo que este research ayudó a planear soluciones reales.

Zip-ties

En los videos de la ISS se pueden observar que le dan múltiples usos a los precintos plásticos, por lo que decidimos implementar una herramienta que los astronautas podrían tener fácilmente a la mano.

Llevar cosas al espacio es caro, en el 2007 llevar un kilo de la tierra al espacio costaba más de 1 millón de euros, los astronautas no contarían con mucho plástico a bordo.

Lo diseñamos lo más pequeño posible sin comprometer la resistencia estructural. Hasta aprovechamos la impresión 3D para dejar una serie de cavidades a las plataformas (obligatorias del concurso) para así reducir al mínimo el peso de nuestro conector.

Vida útil

La ley de la mano derecha

Contexto

En una situación como esta, la mínima complicación entorpecería sustancialmente la repetitiva tarea de acoplar herramientas a la pared. Por lo que la solución implementó la ley de la mano derecha, donde los humanos nos hemos acostumbrados a que las cosas se cierran con la mano derecha hacia la derecha. (pruébalo con una botella cualquiera!)

Reducción de material

Los astronautas debían poder conectar y desconectar las herramientas múltiples veces sin problema, no podríamos arriesgar a que estén fallando en plena misión de 2 años a Marte. Por lo que diseñamos la conexión con la fricción justa, maximizando la vida útil del plástico impreso en 3D.

Impresión en la ISS

El esfuerzo de nuestro trabajo nos permitió ganar el concurso y ver nuestro diseño impreso en 3D en la estación espacial internacional en Agosto del 2017.

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